—Eres interesante cuando duermes. Hablas en sueños.
— ¡No!
— ¿Estás muy enfadada conmigo?
— ¡Eso depende!
— ¿De qué?
— ¡De lo que hayas escuchado!
— ¡No te disgustes!
—Echas de menos a tu madre. Te preocupas por ella, y cuando llueve, el sonido hace que te revuelvas inquieta. Solías hablar mucho de Phoenix, pero ahora lo haces con menos frecuencia. En una ocasión dijiste: «Todo es demasiado verde».
— ¿Alguna otra cosa?
—Pronunciaste mi nombre.
— ¿Mucho?
—Exactamente, ¿cuántas veces entiendes por «mucho»?
—Oh, no.
—Exactamente, ¿cuántas veces entiendes por «mucho»?
—Oh, no.
—No te acomplejes. Si pudiera soñar, sería contigo. Y no me avergonzaría de ello.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario